1ro de Mayo en Cuba: ¿Qué celebramos?

Por Manuel Díaz Mons, especial para ¨La Chiringa de Cuba¨

Una vez más se acerca el 1ro de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, y en Cuba como dicta la costumbre, el pueblo se prepara para salir a las calles y celebrar su apoyo al gobierno, ¿o celebramos el día de los trabajadores? Entonces, ¿qué es lo que realmente celebramos?

La verdad es que no me queda claro qué es lo que se celebra, aunque sí me atrevo a asegurar desde ya que miles de cubanos asistiremos a la emblemática Plaza de la Revolución portando los ya comunes carteles que exigen el regreso de los Cinco cubanos injustamente presos en los Estados Unidos, así como reafirmaremos nuestro compromiso y apoyo al sistema socialista, a nuestros líderes, pero para ser sincero, hay algo que en esta historia no me sabe bien, y es precisamente es el papel que juegan hoy los sindicatos en Cuba.

Es un hecho que la fuerza de los sindicatos y cuanto logren o no frente a las administraciones depende de sus afiliados, pero desde el momento en el que la voluntad de las bases es secuestrada, estrangulada, o silenciada por sus propios dirigentes, comienza la degeneración del sindicalismo y por tanto su total descrédito.

No es secreto para nadie los incontables problemas y dificultades que día a día los obreros cubanos afrontamos en el intento del buen desenvolvimiento de nuestro trabajo. La falta de recursos esenciales, de transporte, el burocratismo, y el pésimo e injusto salario que ganamos nos convierten pese a que se divulgue otra cosa, en un país donde el obrero se hace el que trabaja y el gobierno se hace el que te paga, gran responsabilidad en buena medida de los dirigentes sindicales, que ante tan delicada situación tratan de quedar bien lo mismo con Dios que con el Diablo, y el problema de los afiliados generalmente queda a merced de la nada.

Cierto es que con mis 23 años experiencia no es lo que me sobra en este tema, pero sí me duele el desentendimiento casi generalizado de los dirigentes sindicales a todos los niveles, máxime cuando se nos exige a viva voz redoblar esfuerzos sabiendo la delicada situación de los trabajadores en nuestro país, la cual dista mucho de ser ese sueño vanguardista que deseara el inigualable Lázaro Peña.

En mi opinión, este 1ro de Mayo volveremos a marchar sin un sindicato de respeto en Cuba, y más que nada lo haremos con la conciencia de que entre tantos temas que habrá que revisar, el sindicalismo cubano no debe escapar a este proceso de críticas y renovación apuntando hacia donde realmente nos hace falta llegar.

Por eso mañana marcharé por Cuba, por una Revolución que se revoluciona, por la necesaria actualización de nuestro socialismo, por solidaridad con nuestros Cinco héroes, porque admiro y me identifico con la dirección de mi país, pero no porque me sienta convocado ni mucho menos identificado con el trabajo que se hace desde la Central de Trabajadores de Cuba.

Entonces me tocará hacerme la misma pregunta una vez más: ¿qué es lo que realmente celebramos este 1ro de mayo?